Donde no llegan los pasos

El paso de los días no es tan lento como siempre hemos creído como tampoco es tan rápido una vez concluido su paso. Creo y me atrevo a decir que todo el mundo quiere vivir un día mas, siempre tiene algo que hacer, algo que compartir, enseñar o aprender. Supongo que cada uno tiene sus motivos y sus porqués para hacer una u otra cosa. Al paso del tiempo, primero nos regala cosas, nos da aquella alegría que todos, realmente todos, tenemos en algún momento. Días más difíciles que otros. Pues la vida es una constante marea de sentimientos buenos y malos que forman cada paso, una muestra de cómo somos.

Pero todo pasa factura, y la vida se llena de esos “hola y adiós” constantes, de personas que vienen y otras que se van, algunas pocas se quedan, para seguir forjando el yo más perfecto que uno pueda conseguir. Quedando los buenos recuerdos, las esperanzas y una pequeña gota de presente que será filtrado para ser parte de los recuerdos. Pasando así los días… diciendo a adiós a las personas que se deben decir adiós, hola a aquellas que aparecen nuevas.

Porque lo más importante en la vida es cómo vas a terminar, a que vas a llegar y que eres. Las tres preguntas que te deben preocupar, no temas. No se consigue del día a la mañana es todo un suma de consecuencias, sacrificios y logros que tendrás que pasar para sobrevivir de la tribu y ser quien realmente quieres ser. Hacer lo que realmente quieres ser, olvidando todas las promesas vagas de sentido y sin calidad de veracidad. Diciendo adiós a todo aquel que te cuestione que no le gustes tal y como eres.

Lo único seguro que se tiene por siempre, es ser una misma y creo que es un premio bastante razonable, ser como tú quieres: aunque en ocasiones estés sola, asustada y triste. Nada se comprara con el final de ser como eres tan llena de emociones recuerdos y tanto por vivir, pulgada a pulgada y todo a su querido instante.

Por eso, termino con un gracias, por aquellas personas que no me tomaron como un sueño, me aceptaron y me quisieron tal y como soy. Sin un pero, sin un adiós, compartido lo mejor de cada uno lo mejor de sí mismo.

Aquel sacrificio dio su fruto, su tiempo fue largo pesado y costoso, pero ahora soy como soy, y me alegro tanto de ser así y saber cómo quieres ser, buscando mas lejos de tus expectativas, superándote cada día… sin parar de andar, con pequeñas miradas de risa y burlas a los que se quedaron por el camino, con pequeñas miradas de alegría a los que cogieron mi mano y aun estamos andando. Lejos muy lejos donde ni siquiera puedan llegar los pasos.