Ser o no ser

La virtud de uno mismo no está en el físico, ni en esas sonrisas encantadores que muchas veces nos han cegado. Tampoco en las mejillas sonrojadas que se levantan cuando miro. Ni mis ojos imperfectos que acaban haciéndote tímido. Pero todos sabemos, que si no tuviese algo nada de esto serviría y solo un materialista sería capaz de quedarse con una marioneta que no sabe hacer nada. Ésta no nace de la nada, más bien se va creando poco a poco, con experiencias personales las cuales muchas veces han sido erróneas y otras con demasiada verdad. Al final cada uno tenemos nuestra virtud, bueno no todos, hay gente perdida, que no sabe nada, que prefiere no pensar. Otros se dan por vencido y su virtud nunca lucir, antes defendía que era porque nunca lo han intentado ahora creo que es porque su virtud es esa.

Por eso quiero remarcar como se hace aquella virtud que es lo que finalmente se queda, ser algo escéptico no demasiado, dejarte guiar por tus sentidos, tus motivaciones lo que quieres ser lo que quieres sentir, aquello que te mantiene vivo. Aprender todo lo que puedas de cualquier cosa. A nadie le estorba aprender cosas y nunca sabes cuándo pueden ser útil, es como ir almacenando pequeñas paginas para terminar haciendo una novela. Una novela que marca toda mi vida. Cada página, cada acción me justifica. Y ahora que me miro al espejo y os miro a vosotros. No se que pensar, pero estoy tan orgullosa de seguir forjando mi virtud, la virtud que te hará a ti feliz para siempre y el resto que mas dará.

Me he equivocado muchas veces, he intentado escapar de la tribu, ser no absorbido por aquellos sin saberes que e abundan y solo quieren lo que ellos piensan. Muchas veces me he sentido sola y a veces asustada pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser una misma.